Nada más llegar a la oficina, había un ordenador que no arrancaba, el correo electrónico que no funcionaba en mi ordenador, lo de los bancos sin solventarse.

Va camino de ser una semana épica. A este ritmo, para cuando llegue Dario el viernes de vacaciones aquí no encuentra a nadie (risas).

Nota histórica: Fue una semana complicada, por muchos aspectos, pero de todo se aprende y se levanta uno más fuerte. Puede que vengan en el futuro semanas iguales, pero lo afrontaremos con la misma ilusión y optimismo que hace dos años.